8 Estrategias para Permanecer Saludable Cuando Comes Fuera

San Antonio Personal Injury LawyerYa sea una comida rápida mientras almuerzas en el trabajo, cenas familiares en el restaurante favorito, o una noche de citas con esa persona especial, si quieres permanecer saludable y evitar enfermarte cuando sales a comer, sigue estos ocho consejos claves.

1. Revisa la inspección de salud del restaurante con anticipación.

Antes de elegir un restaurante, especialmente si se trata de una indulgencia especial en una noche de fiesta, tómate tu tiempo para revisar la calificación de inspección de salud del restaurante con anticipación. Texas hace énfasis en la prevención de propagación de intoxicaciones de alimentos, así que los restaurantes con altas calificaciones de salud seguramente toman más precauciones que son necesarias para evitar la transmisión de enfermedades por intoxicaciones de alimentos para mantener sus patrones seguros. Si descubres un restaurante con una calificación de salud baja, aléjate de ahí y busca otro restaurante.

2. Mira los trabajadores.

Los comportamientos practicados por los trabajadores del restaurante te darán una buena idea de cuánto cuidado pone el restaurante cuando se trata de tomar precauciones para ofrecer una comida ¿Los trabajadores cambian regularmente sus guantes? ¿Ellos lavan sus manos? ¿Ellos se tocan sus rostros sin lavarse las manos o cambiarse los guantes? Si observas que los trabajadores haciendo prácticas inseguras, tú puedes o bien hablar con el administrador o irte del restaurante, dependiendo de la severidad de la infracción. Tú también deberías de observar a los trabajadores enfermos, quienes podrían contaminar la comida mientras es preparada.

3. Elige tus comidas con cuidado.

Si es posible, echa un vistazo al nuevo menú en línea del restaurante antes de visitarlo. Revisar esto anticipadamente te dará más tiempo para evaluar tus elecciones. Podrías considerar lo siguiente:

  • Elige la comida que usa los ingredientes locales. Estos ingredientes requieren menos viaje para llegar al restaurante y por lo tanto tienes menores posibilidades de contaminarte.
  • Elige la especialidad de la casa u otra cosa popular, que use ingredientes que se usen más frecuentemente.
  • Evita los platos que no se ajustan a los temas del restaurante—por ejemplo, ordenar una hamburguesa en un restaurante de mariscos. Los ingredientes para estos platos pueden reabastecerse con menos frecuencia y pasar más tiempo almacenados, por que estos se preparan con menos frecuencia.

4. Cuando tengas dudas, regresa la comida.

No deberías tener miedo de regresar la comida, especialmente en un restaurante reconocido. Si notas algo que no se ve bien, incluyendo un plato que no “huele bien” o no tiene la apariencia o temperatura que esperabas, regresa la comida, y hazle saber el problema al chef. Si es necesario, cambia tu comida con algo que se vea más seguro.

5. Si eres sensible a algunas comidas o te da alergia, contacta al restaurante con anticipación para que sepan cómo manejar tu caso.

Algunos restaurantes entrenan a sus trabajadores específicamente para saber cómo manejar los problemas relacionados con comidas sensitivas o alergias. Otros, no ofrecen el entrenamiento apropiado a sus trabajadores. Contacta anticipadamente al restaurante para:

  • Asegurarte que el restaurante tiene platos que se acomodan a tus necesidades. No querrás llegar y darte cuenta que no puedes comer nada en el restaurante.
  • Pregunta cómo los cocineros previenen la posibilidad contaminación. Los patrones con alergias severas podrían no querer comida cocinada en las mismas sartenes como los otros platos. Si tienes una alergia poco común, el restaurante puede tener más problemas para evitar la contaminación accidental, así que asegúrate de indicar cuáles comidas te causan reacciones cuando hablas al restaurante. Si el restaurante no evita apropiadamente esos riesgos de contaminación o no puede asegurarte la seguridad de la comida, mejor evita ese restaurante.

6. Revisa los bufetes cuidadosamente.

Cuando comas en un bufete, revisa que la comida para asegurarte que esté cerca de la temperatura óptima. Los platos fríos permanecen fríos, y los platos calientes se quedan calientes. A temperatura ambiente, las bacterias crecen rápidamente en muchas comidas, substancialmente aumentando el riesgo de enfermarse por intoxicación de alimentos.

Puedes cuidarte a ti mismo cuando comes en un bufete al:

  • Elegir las comidas que un trabajador repuso recientemente. Las comidas frescas recién salidas de la cocina y cocidas al vapor seguramente se han preparado hace poco (o por lo menos recalentado) y tienen menos o ninguna contaminación.
  • Evita las comidas que se miran que han pasado bastante tiempo en el bufete. La mayoría de las personas han, a cierto punto, recorrido un bufete para ver un plato podrido, recocinado que parece que tiene varios días. Evita esos platos. Si ves tu comida favorita y desesperadamente quieres probarlos, acércate a un mesero(a) y pídele a que te cambie el plato. Las regulaciones de seguridad de la comida requieren reposición regular de los platos del bufete, incluso cuando los clientes no los consumen, así que el mesero no debería tener problema en cambiarlo como sea necesario.
  • Mira la contaminación entre las comidas. Si notas que un plato aparentemente fresco ha sido contaminado por un plato que ha estado almacenado por más tiempo, evita comértelo, si es posible.

7. No olvides tus hábitos alimenticios saludables.

Muchas personas automáticamente se dan un gusto excesivo en los restaurantes. Ellos se condicionan a sí mismos a pensar en los restaurantes como una “amenaza” y por ende comen así, eligiendo sus platos favoritos y comen más que en casa. Desafortunadamente, esas elecciones no saludables pueden dejarte sintiendo mal e incómodo—sin mencionar el peligro para su salud en general.

Asegúrate de mantener hábitos de comida saludables cuando sales a comer, así como también:

  • Elegir opciones secundarias saludables, como verduras o una ensalada de acompañamiento, cuando sea posible.
  • Revisar la forma cómo el chef prepara un plato, en lugar de elegir platos fritos o aquellos preparados con grandes cantidades de aceites y mantequilla
  • Practicar el control de raciones—no necesariamente comiendo la mitad de tu comida, sino considerar cómo debería ser una porción real y cómo se compara con el resto de tu día.
  • Buscar información nutricional sobre tu comida con anticipación de tal manera que puedas hacer mejores elecciones.

8. Lava tus manos.

Esto disminuirá las posibilidades de que los gérmenes que hayas cogido en el camino al restaurante, o apretar las manos o caminar por ahí, se propagarán al resto de tu cuerpo. Enjabonarte y echar agua es mucho mejor que los desinfectantes de manos para eliminar los gérmenes.

Muchos de nuestros clientes comen afuera a diario, y ellos creen que la seguridad en la comida es muy importante. Al seguir estos consejos, te podrás sentir más seguro en tus elecciones de comida cuando comes fuera, reduces sustancialmente el riesgo de contraer enfermedades por intoxicación de los alimentos.

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